sábado, 22 de marzo de 2014

Concierto Camerata Numen y Coro de la UMH: UN SARAO DE LA CHACONA

CONCIERTO DE PRIMAVERA: “UN SARAO DE LA CHACONA”
CORO DE LA UNIVERSIDAD MIGUEL HERNÁNDEZ
CAMERATA NUMEN
Del canto al placer a la danza barroca
Martes 20 de mayo de 2013
19 horas
Aula Magna. Edificio Altabix

El título de la obra que cierra la parte de música antigua de este concierto, pieza coral de Juan Arañés (circa 1580 - 1649), resume un programa en el que reunimos piezas corales, muchas de ellas de carácter festivo, con otras instrumentales, también con un ritmo animado, pero de una mayor solemnidad.
El Barroco musical convirtió danzas de origen popular muy diverso en música “de concierto”. Algunas mantenían su carácter inicial, como la giga, escocesa, danza animada que cerraba la suite, pero otras, como la zarabanda española, adquirieron una mayor espiritualidad, cuando en su origen eran piezas tan desvergonzadas que una orden real (fechada en 3 de agosto de 1583) castigaba con galeras o destierro, según se fuera hombre o mujer, a quienes las bailaban en público.
Varias de las chaconas instrumentales que incluimos en este programa cerraban una representación operística, como puede ser el caso de la de King Arthur o la de Les Fontaines de Versalles. Por su parte, la de Falconieri es una adaptación de la pieza para teclado de Luigi Torchi, habiendo llegado hasta nosotros dentro del libro de Componimenti diversi publicado en Nápoles, entonces bajo el dominio de la corona española, en 1650.
Aunque animadas, la obra de Arañés es mucho más festiva y desinhibida. La chacona comparte en la literatura de la época la consideración de la zarabanda y otras piezas de similar naturaleza:
"Estos lascivos bailes parece que el demonio los ha sacado del infierno, y lo que aun en la república de los gentiles no se pudo sufrir por insolente, se mira con aplauso y gusto de los cristianos, no sintiendo el estrago de las costumbres y las lascivias y deshonestidades que suavemente bebe la juventud con ponzoña dulce, que por lo menos mata al alma; y no sólo un baile, pero tantos, que ya parece que faltan nombres y sobran deshonestidades: tal fue la zarabanda, la chacona, la carretería, la japona, Juan Redondo, rastrojo, gorrona, pipirronda, guriguirigaí y otra gran tropa de este género, que los ministros de la ociosidad, músicos, poetas y representantes inventan cada día sin castigo." (Rodrigo Caro: Días geniales o lúdricos. 1626)

A la vista del texto anterior, llama la atención que en el siglo anterior se reunieran en los cancioneros de las diferentes cortes piezas con un contenido abiertamente más erótico que la inocente letra de Arañés. Sirvan como ejemplo Cucú de Juan del Encina o Besame y abraçame (Cançoner del Duc de Calàbria), cuyas letras abordan las consecuencias de casar a mujeres jóvenes con hombres con más fortuna que ímpetu amoroso.